jueves, 11 de junio de 2009

Por Marcos Saldaña

Crisis en la región


Luego del crecimiento, la debacle


El contexto que trae aparejado la crisis mundial no escapa a la región y en esta edición intentamos hacer un análisis de los sectores más afectados y las medidas que se plantean para sobrellevar este fenómeno.
Medidas anticrisis por sectores y según sus magnitudes.

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La caída de las principales economías a nivel mundial sin dudas influye en el resto de los países. En América Latina el gran golpe económico – financiero trae graves consecuencias en los sectores más vulnerables. Pequeñas y grandes empresas, economías regionales y los diferentes sectores y clases sociales atraviesan y viven las consecuencias de la crisis mundial.
Especialistas económicos aseguran que este fenómeno es más grande que la crisis de 1930 y que aún no ha llegado a su profundidad.

Hoy en el 2009, es otra la realidad y los efectos que causa.
Este marco económico no escapa a la comarca Patagones y Viedma, donde las consecuencias y secuelas se empiezan a sentir y propagar con mayor contundencia y continuidad.
Ante estos efectos, los gobiernos municipales de ambas ciudades confeccionaron una serie de medidas a fin de reducir el gasto público y ajustar otros.

Se vino el recorte


En medio de un torbellino que golpea y arrastra consecuencias intangibles, en el partido de Patagones se anunciaron medidas “estrictas” como congelamientos de vacantes, ejecuciones de obras públicas financiadas con fondos municipales, reducción del uso de telefonía celular y consumo de combustibles -exceptuando y garantizando salud y seguridad-, suspensión en la compra de mobiliarios como así también de viáticos, capacitaciones, y congresos, entre otras series de medidas que recortan el gasto dentro del estado municipal.


Por otra parte, en la ciudad de Viedma ocurre algo similar, principalmente medidas que fueron anunciadas oportunamente por el gobernador rionegrino Miguel Saiz, que abarca a la capital y el resto del territorio provincial.


Renegociación de contratos petroleros, restricciones en materia de contratos, viáticos, horas extras y telefonía celular son algunos de los ajustes que se implementan en la provincia de Río negro, aunque lo más fuerte y que seguramente traerá malestares, es la reducción de cargos y costos de gerenciamiento de programas y funciones del estado.


Estas medidas según dichos provenientes de ambos estados apuntan a afrontar y evitar en profundidad los efectos económicos – financieros ante la baja recaudación en las tasas locales y la caída en la coparticipación provincial, según el caso de Patagones.


Lo cierto es que ambos gobiernos perpetúan los reajustes de gastos públicos para enfrentar la crisis, algo complicado desde donde se lo mire.

Y por casa cómo andamos…


El espectro económico no tiene límites y los que sienten más estas consecuencias son los consumidores.
La clase baja, media y alta, todos dentro de la misma bolsa, aunque cada una lo vive de manera diferente.


Si bien hasta el momento no hubo un gran incremento en productos básicos, se pronostica que en pocos meses más, si la realidad sigue igual o incluso empeora, el consumidor va a sentir el peso.
“Si ahora estamos haciendo lo posible para sobrevivir y esto empeora pronto vamos a quedar sin nada. Yo ya tuve que mandar a mis tres hijos al comedor del barrio porque no puedo alimentarlos. Sólo hago changas y son pocas y no te quieren pagar mucho”, contó Mirtha con tono preocupado.


Ella vive con un bajo salario de un plan del Estado y no cuenta con un trabajo estable, por lo que su situación diaria es “complicada”.

Para desafiar la crisis


En el marco de las medidas anticrisis, la Presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, lanzó un nuevo plan para la redistribución del ingreso, disponiendo que las retenciones de la soja se coparticipen entre las provincias del país. En este aspecto, cada provincia recibirá un porcentaje de coparticipación sojera, según se designe, para luego ser bajado a cada uno de los Distritos que la componen para que sea invertido en obra pública e infraestructura.


En total se recaudan 6.520 millones de pesos a nivel nacional, de lo que un 30 por ciento será destinado a las provincias, mientras que el 70 por ciento restante será para la Nación.


Río Negro recibirá 159 millones de pesos de la masa coparticipable, de los que a Viedma le corresponden 4,7 millones y ese índice de coparticipación deberá ser destinado a obras de infraestructura.


Buenos Aires recibirá una cifra de 1.434 millones de pesos por lo que el partido de Patagones recibirá 2,7 millones de pesos que también serán destinados a obras de infraestructura, principalmente cloacas.

El comercio siente la caída


Si bien en los últimos meses la crisis ha ido invadiendo a los diversos sectores silenciosamente, el comercio es el que más siente sus efectos y consecuencias al registrarse una baja en el consumo.
Este fenómeno golpea a todos los sectores, tanto grandes como pequeños, ya que el consumidor tiene sus preferencias al momento de pararse frente a una góndola o al momento de elegir qué comprar y que no.

Esto se debe a que, si bien algunos productos no han aumentado mucho su precio, el impacto se siente en otras cuestiones como los impuestos y el ajuste en los salarios, lo que influye directamente en el consumo y en los ingresos del sector comerciante tras las bajas en las ventas.

Empleo: cara o seca


Si bien en el contexto de esta crisis que se ha evidenciado en todos los niveles, Patagones escapa a esta realidad. El empleo es el motor de toda economía, ya que a través de los salarios se genera el consumo y este el movimiento de capitales, por ello cuando se pone en riesgo el empleo, también lo esta la economía, aunque muchas veces sea una cuestión recíproca.


Desde la delegación que el Ministerio de Trabajo bonaerense tiene en la ciudad de Carmen de Patagones, se ha informado que los porcentajes que se manejan mensualmente respecto al desempleo no distan mucho de lo que venía aconteciendo meses atrás cuando la economía se mostraba un tanto más estable, aunque si se percibieron indicios respecto al crecimiento del trabajo en negro en épocas de crisis, ya que los empleadores no quieren correr el riesgo de invertir en mano de obra, lo que implica un gasto fijo mensual garantizando el trabajo en blanco con todo lo que ello implica.


Es por ello que desde el Ministerio de Trabajo se combate permanentemente esta cuestión, aunque no siempre se llegue a todos los sectores.


Esto no sólo se registra en Patagones, sino que en Viedma estos porcentajes son aún más elevados, ya que por su alta demografía y la gran demanda laboral los números crecen.
Según datos referenciales de la Delegación del Trabajo en Patagones no se han registrado despidos masivos.

Las penas son de nosotros, las vaquitas son ajenas

Parece ser que ante esta crisis internacional de carácter económica financiera cualquier receta extranjera es apta para sobrellevarla, aunque nunca se dejan de lado los tintes argentinizados y comarcanos.
El temblor que ha causado en las grandes bolsas de economías fuertes de otros países se vive también en menor medida y con otro número de dinero en nuestra comarca donde todo pareciera estar en un molesto “stand by” supeditado justamente a un eventual cambio de esa economía mundial.

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